sábado, 22 de junio de 2013

Camilo es Dios. De Agostina Lopez

Camilo y Mariano están comiendo unas hamburguesas en silencio. Caminan por una calle oscura y desierta. Son las ocho de la noche y hace mucho frío. Tienen camperas y bufandas. De vez en cuando, camilo da vuelta su cara y lo mira. Mariano camina siempre mirando para adelante, o mirando la comida. Come muy lento, dando pequeños mordiscos.

Camilo: nunca veo a nadie en esta calle, siempre está vacía.
Mariano: es verdad
Camilo: mejor, no me gusta el ruido
Mariano: sí, a mi tampoco.
Camilo: de día o de noche, invierno o verano, no cambia.
Mariano (mirando a su alrededor): sí, es verdad. No cambia.
Camilo: me da tranquilidad
Mariano: es como una calle de campo
Camilo: yo creo que en esta calle vive Dios.
Mariano: segurísimo.
Camilo: siempre tengo el mismo estado de ánimo en esta calle.
Mariano: si venimos dentro de tres años, vamos a sentirnos igual.
Camilo: ves fotos tuyas cuando tenías tres años y te ves ahora y tu cuerpo es distinto. Tu cuerpo cambia.
 Mariano: y sí.
Camilo: ¿te pasa algo? ¿Me estás escuchando?
Mariano: estaba pensando en lo que decís.
Camilo: pero no es horrible lo que te digo, el cuerpo se va modificando. Por ejemplo, la veo a mi mamá y creo que ella siempre fue así, que nunca fue chica y que nunca va a ser más vieja, pero después la miro a mi abuela y me doy cuenta que alguna vez fue como mi mamá, que alguna vez fue como yo soy ahora, entonces aunque vos me digas ya sé, ya sé, mirame las brazos.
Mariano: piel de gallina.
Camilo: tu abuela ya se va a morir, y después de tu abuela viene tu mamá, y después de tu papa venís vos y si tenés hijos vienen tus hijos, y si tus hijos tienen hijos vienen los hijos de tus hijos y así hasta que por ejemplo ya pasaron cien años de tu muerte.
Mariano: vos ya parecés un viejo.
Camilo: sí, ya se. Pero vos también. Sofía la primera vez que me habló en el recreo me dijo que parecía que teníamos como doscientos años entre los dos

se ríen.

Camilo: lo que te quiero decir es que este momento es transitorio.
Mariano: ¿lo que no cambia que sería?
Camilo: podemos llamarlo la calle.
Mariano: la esencia.
Camilo: sí, como si fuera una semilla que siempre desprende el mismo color.

Terminan de comer la hamburguesa.

Camilo: ayer haciendo zapping encontré el capítulo final de una novela y tuve un descubrimiento.
Mariano: qué raro vos mirando novelas.
Camilo: Pero vi el final y me atrapó, no podía dejar de mirarla. Pasaba algo entre los actores que nadie se daba cuenta, yo era el único espectador que veia que entre los que actuaban de hermanos había onda. El hermano era paralítico y parece que amaba mucho a su hermana que se iba a vivir con su novio pobre lejos de la familia. Era una despedida emotiva, como si yo ahora me fuera y no te viera más, los dos eran conscientes que probablemente era el último día de la vida que se iban a ver. Eso me mata, que hay gente que no vas a ver nunca más. Mi mamá a veces me habla con cariño de personas que no ve y me agarra una cosa. Entonces ahora estoy acá con vos y pienso que en algún momento seguro que nos dejamos de ver, y quizás nos dejamos de querer, pero te quiero tanto en este preciso momento que tengo miedo que en el futuro no estes al lado mío. Bueno, me fui de tema. ¿Entendiste lo importante del asunto?
Mariano: no
Camilo: Que nadie se dio cuenta que los actores habían hecho el amor por primera vez la noche anterior, en la piel de esos cuerpos  se notaba que era real y no lo podían disimular. No podían actuar de hermanos, o de última, podían actuar una relación particular de hermanos pero no lo que el director les pedía. De hecho, las otras escenas eran horribles, me daban impresión, las palabras estaban lejos de sus ojos y de sus cuerpos, todo era muy falso. Pero acá  había algo, había una tensión que no se entendía de donde nacía, había algo vivo. Lo demás era la muerte. Después, apagué la tele y me di cuenta que todo es así, que casi todo es la muerte y que hay muy pocos momentos de vida. Que todos vamos haciendo que pasa algo y al final no pasa nada. Y me quedé reflexionando mucho y me di cuenta también que no me pasa nada en la vida. Que mi vida es como la mayoría de esa novela, todo falso, todo muerte, y cuando me va a llegar esa escena de vitalidad pura, de sentir que me pasan cosas. Esa escena me hizo despertar. Mariano, la gente no te dice lo que piensa, en general nadie quiere tener conflictos, nadie quiere ir hasta el final de las cosas, de una emoción o de un pensamiento. La gente es cómoda y se queda en su lugar porque se siente bien, pero cuando digo la gente estoy hablando de todos, incluso de nosotros dos.
Mariano: ay, camilo, me perdí. Hablás muy rápido.
Camilo: ¿escuchaste el concepto príncipal?
Mariano: sí. Que querés que te pase algo.
Camilo: sí. ¿y vos?
Mariano: ¿yo qué?
Camilo: ¿querés vivir o querés seguir así?
Mariano: sí, sí.
Camilo: ¿estás bien?
Mariano: sí
Camilo: no te veo bien
Mariano: dejame, no podes estar preguntándome si estoy bien a cada segundo.
Camilo: quiero saber que te pasa, decime y me callo.
Mariano: pará un poco, por favor.

Los dos  dejan de caminar. Se sientan en el cordón de una vereda

Camilo: Por dios, podés decirme algo
Mariano: tengo frío
Camilo: nadie se queda mudo por tener frío. No está bien, eh, no está bien que siempre haya un día dentro del mes que estés tan pero tan callado. Es difícil ser tu amigo, siempre tengo que estar interpretando qué es lo que te pasa, y no sé, acepto que seas así, lo acepto todo el tiempo excepto esos momentos donde no lo soporto más y me gustaría  saber algo más, algo más de lo que yo puedo construir, algo que sea más real. Está bien, cada día  llegás y elegís sentarte al lado mío  y yo interpreto que me querés, porque si es por las expresiones de tu cara y tus palabras no tengo ni idea, o me prestás la campera si tengo mucho frío y yo pienso “ah, el puede aguantarse el frío para que yo tenga más calor” y será por algo que siento cuando estoy al lado tuyo, me siento..
Mariano: no es fácil tampoco
Camilo: ¿qué?
Mariano: decirle en la cara a las personas lo que siento
Camilo: vos sos transparente, si te pasa algo se nota, lo que es muy muy difícil es saber qué.
Mariano: pero no es fácil para mí
Camilo: ¿qué?
Mariano: hablar de lo que siento
Camilo: y para mí tampoco
Mariano: mentira
Camilo: tenés que probar
Mariano: no puedo, camilo, no puedo.
Camilo: probá
Mariano: estoy tratando.. No sé. No estoy cómodo
Camilo: ¿con qué?
Mariano: no sé, con nadie
Camilo: ¿por qué?
Mariano: no sé, no puedo, me da mucha vergüenza
Camilo: ¿es como abrir algo que nunca va a parar?
Mariano: es que todo lo que siento está mejor adentro mío, a salvo.
Camilo: ¿pero no te cansás?
Mariano: ¿de qué?
Camilo: de que no salga, es como un flujo que tiene que salir. Lo que te digo es que…
Mariano: no me presiones
Camilo: te digo que te quiero y que quiero ayudarte. Si querés describime una imagen y yo la interpreto
Mariano: no, no me sale. Es peor. Cuanto más pienso, peor.
Camilo: ¿por qué por ejemplo te quedás tan callado en la clase que hasta a veces me olvido que estás, y cuando te miro estás mirando el lápiz con unos ojos tan profundos y mirando el lápiz con tanto detalle como si lo estuvieras amando o como si  quisieras que desaparezca? Pero qué estás pensando mientras mirás ese lápiz, esa es la pregunta.
Mariano: tengo sueño, eso debe ser.
Camilo: ¡basta! ¡Basta! ¡Y basta! es imposible conocerte.
Mariano: ¿no me conocés?
Camilo: no, nadie te conoce. Ni tu familia te conoce. Me doy cuenta. Estás solo ahí con vos, pensando que sos tan pero tan frágil que nadie se merecería escucharte, que nadie se merecería verte reír, o bailar, pero…

Mariano le agarra la mano a Camilo.

Camilo: yo solo..
Mariano: callate por un segundo
Camilo: pero..
Mariano: de verdad.
Se quedan callados por unos segundos. Mariano llora.

Llega Sofía. Mariano mira para abajo.

Camilo: ¿qué hacés acá?
Sofía: vine porque les tengo que decir algo
Camilo: ¿qué pasó? ¿cómo sabias que estábamos acá?
Sofía: vos me dijiste
Camilo: ah
Sofía: María. Se murió.
Camilo: ¿de verdad me estás diciendo?
Sofía: estaba durmiendo con una amiga de ella en la cama. Su amiga se despertó en la mitad de la noche y no la vio, la busco por toda la casa hasta que fue al baño pero no podía entrar porque estaba su cuerpo. Al principio pensó que estaba desmayada y por una ventana que había le tiraba agua. Pero nada. Después pidió ayuda y pudieron entrar, y ya está. Estaba muerta. Ya estaba muerta hacía un montón de tiempo.
Camilo: ¿qué le paso? ¿sabés?
Sofía: no se sabe nada, creo que fue una muerte súbita
Camilo: yo el otro día en el boliche…
Sofía: ya sé
Camilo: ¿cómo sabés?
Sofía: me contó ella
Camilo: qué raro, nunca me había besado con alguien y después esa persona se murió.
Sofía: a todos nos pasa o nos va  a pasar
Camilo: ¿morirnos?
Sofía: ¡no! Besar a alguien para que después se muera

Mariano llora más fuerte.

Sofía (a mariano): ¿estás bien? Yo tampoco entiendo nada, es raro, si por lo menos hubiera una explicación, no sé si sería más triste pero sería más real.
Camilo: quizás ya había terminado su tarea en este mundo
Sofía: ¿con diecisiete años?
Camilo: sí. No es para todos lo mismo, quizás lo que ella venía a darle a este mundo ya terminó. No sé si hay justicia o lógica, las cosas son así. No sería justo que se muera una chica de nuestra edad, pero quizás tampoco es injusto porque fue natural. No sé como explicarlo, es su destino. 
Mariano:¿hay velatorio?
Sofía: ahora a la noche, pero yo no quiero ir.
Camilo: yo tampoco
Mariano: ¿por qué?  yo voy a ir
Camilo: ¿para qué?
Mariano: para despedirme
Camilo: nos podemos despedir acá, le decimos que venga y que pase la noche con nosotros y que nos cuente
Mariano: yo voy a ir un rato…
Camilo: pero solo… estás llorando mucho
Mariano: sí, quiero ir solo.
Mariano se va.
Camilo: ¿y vos estás bien?
Sofía: no era mi amiga, pero….no sé, nunca tuve amigas mujeres tampoco y con ella intercambié unas palabras, traje un tequila
Camilo: ¿ahora?
Sofía: sí, me gusta tomar de noche
Camilo: ¿siempre?
Sofía: siempre una copa de algo antes de dormir. 
Camilo: ah
Sofía: hoy tomo  porque  podría haber muerto. Pero en general  tomo para estar tranquila.
Camilo: ¿estás nerviosa?
Sofía: sí, estoy bastante nerviosa siempre.  Pero con vos, ya es distinto. Desde el principio.
Camilo: hace poco nos conocemos
Sofía: ya sé, pero es distinto.
Camilo: ah
Sofía: podés decir algo cuando te digo que es distinto.
Camilo: que los tres nos llevamos bien
Sofía: no, vos y mariano se llevan bien, vos y yo nos llevamos bien. Pero mariano y yo si estamos solos, no podemos hablar de nada. Nos quedamos los dos callados
Camilo: pero vos… callada..
Sofía: con vos puedo hablar porque me siento bien, con él no sé, no me dan ganas de hablar pero igual, me encanta no poder hablar con él. Los tríos son así. No funcionan todas las partes iguales, además ustedes son amigos hace mucho, son como uno.
Camilo: pero somos distintos. Hoy estaba en un día raro.
Sofía: ¿Querés un trago?
Camilo toma.
Sofía: yo lo que pienso es que ahora que estoy acá con vos, tomaría toda la botella. Te parecés tanto a Dios, mientras estoy acá me siento identificada con vos a cada instante, en como te peinas, como agarras la botella para tomar. Con cada movimiento me identifico, cada movimiento lo haría de la misma manera, al mismo tiempo.
Sofía toma. Camilo se ríe.
Camilo: nunca me habían dicho que me parecía a Dios.
Sofía: sí, es como que lo encontraste adentro tuyo. Como siddhartha. ¿lo leíste?
Camilo: no
 Sofía: ah. Pero en serio, sos como siddhartha y mariano es como govinda. Apenas entré al colegio, me quería acercar a ustedes porque eran las únicas dos personas que no se separaban ni un segundo durante todas las clases. Antes de acercarme, miles de imágenes de ustedes: ustedes comiendo el mismo chocolate, ustedes corriendo en el campo de deportes con un centímetro de diferencia. No aguantaba más, quería estar ahí con ustedes, vivir esa sensación
Camilo: ¿qué sensación?
Sofía: esa que viven cuando están juntos
Camilo: sí, nos conocemos desde chicos, no me acuerdo la primera vez que lo vi. A nosotros también nos caíste bien. Te queríamos conocer.
Sofía: ¿y ahora qué pensás que me estás conociendo?
Camilo: dame otro trago.
Camilo toma.
Sofía: qué bueno que murió de noche, porque ahora termina el día y termina su vida, pero si hubiera muerto a la mañana, yo estaría más triste. A la noche yo siento que todo puede pasar. ¿Con maría se besaron y algo más?
Camilo: no, solo unos besos.
Sofía: ¿te gustaba?
Camilo: no sé, ella vino y me dio el beso. Supongo que sí, creo que nunca me habló en su vida y de repente me quería dar un beso.
Sofía: ¿y vos te tocabas pensando en ella?
Camilo: no sé, no.
Sofía: quizás a partir de ahora pienses, ¿y en quién entonces?
Camilo se ríe
Camilo: no sé, mucha gente, cosas, personas, situaciones, ideas.
Sofía: ¿Y en mí?
Camilo: no sé, quizás
Sofía: dale, de verdad.
Camilo: puede ser apenas te conocí.
Sofía: qué bueno.
Camilo: ¿y vos?
Sofía: en los dos, en los dos al mismo tiempo.
Camilo se ríe. Siguen tomando los dos.
Sofía: ¿cuántos más se habrán muerto hoy?
Camilo: todos los días muere alguien, es así.
Sofía: muchas personas mueren.
Camilo: y vuelven, todo es un circulo.
Sofía: sí, ¿no? Está es la época de la vida en que se mueren los abuelos o se enferman, mi abuelo tiene un problema en los pulmones
Camilo: pero nadie debería ponerse mal, ¿entender que es viejo no le alivia el sufrimiento? Es más,  es positivo que se muera porque es natural, porque es lo que su cuerpo le pidió que le pase.
Sofía: sí, mi abuelo sí. Pero maría es joven.
Camilo: pero su muerte fue natural también, nadie la atropelló, ni la mato, ni nada.
Sofía: ya sé, pero…
Camilo: no es lógico pero es así..
Sofía: ¿cómo lo encontraste?
Camilo: ¿qué cosa?
Sofía: a Dios.
Camilo: no sé, ahora no sé que tamaño está ocupando y qué tengo que hacer con él.
Sofía le da un beso a camilo.
Sofía: pero te tenés que animar
Camilo: ¿a qué?
Sofía: a algo más

Llega mariano.

Sofía: ¿y?
Mariano: se murió, es real.
Sofía: ya sé.
Mariano: la mamá lloraba mucho al lado del cajón. La fui a saludar y me dijo que su hija era muy especial y que a mí me quería mucho.
Sofía: ¿de verdad?
Mariano: sí, creo que me quería mucho y no sabía nada yo.
Camilo: pero se llevaban bien ustedes.
Mariano: sí, pero no sabía que me quería tanto.
Sofía: ¿y la mamá cómo sabia?
Mariano: no sé, es la mamá.
Camilo: quizás el otro día quería darte el beso a vos y se confundió.
Mariano: no sé, no importa. Pero había de todo, abuelos, toda la gente del colegio, martina y diego se estaban besando abajo.
Sofía: ¿están de novios?
Mariano: no sé, es la primera vez que los veo.
Camilo: yo te había dicho, ¿o no? Que algo pasaba ahí.
Mariano: es verdad. El papá estaba lejos y nunca se acercó al cajón, están separados los papás. Ni se abrazaron. Y las chicas lloraban mucho y recordaban anécdotas, contaron la del boliche con vos la semana pasada. Todos decían eso, que era muy especial.
Camilo: cuando alguien se muere, ya es especial. Lo que pasa es que podríamos darnos cuenta que ya era especial antes, digo ¿no? Todos somos especiales, ni siquiera tendría que existir esa palabra
Mariano: no estoy de acuerdo
Sofía: y era rara, muy callada, pero siempre que hablaba en clase decía cosas muy claras. Y por lo que a mi me dijeron eso del beso no es de ahora, y no es de camilo solamente. Hace ya como un año, que va pidiendo besos en los boliches a nuestros compañeros.
Mariano: pero a mí nunca me tocó.
Sofía: quizás eras el único que le faltaba.
Camilo: el que mas le importaba, “el especial”.
Mariano: querés decir que especial termina significando que no vivis y que no besas.
Sofía: ¿pero te gusta?
Mariano: no sé pero ella me quería mucho y yo no lo sabía, eso es increíble.
Camilo: nunca te gusta nadie mariano y ahora te gusta una muerta.
Mariano: no me gusta, pienso en ella.  Además no le digas muerta, se llama María.
Camilo: no te enojes.
Sofía: estamos tomando tequila, ¿querés? Tengo otro igual.
Mariano: tienen un olor en la boca
Sofía: y sí.
Mariano: no queremos tomar alcohol todo el tiempo Sofía.
Sofía: no tomes
Mariano: hoy voy a tomar
Mariano se toma muchos tragos seguidos
Mariano: ¿y qué pasa si estaba enamorada de mí?
Sofía: no sé, no podes saberlo.
Mariano: ya sé, pero qué pasa si alguien me amaba y yo no lo sabía. Eso sería una desgracia.
Camilo: mariano, calmate, no te pongas mal, vos pensá que su cuerpo se fue pero su alma está acá entre nosotros
Mariano: pero no puedo ser novio de su alma, te imaginás, besándome con su alma pero no tiene cuerpo ¿cómo sería? les presento a mi novia pero no hay nada, solo una sensación muy difícil de comprobar.
Camilo: llegaríamos muy lejos así, muy lejos como especie
Mariano: pero y si me estoy enamorando, eh, si por primera vez me iba a enamorar y a darle un beso a alguien, eh.
Sofía: pero hay otras posibilidades, esa ya no está.

Mariano sigue tomando.

Mariano: quizás era mi alma gemela, y estábamos destinados a eso.
Camilo: pero no pasó, mariano, de qué te sirve seguir aferrado a lo que creés que pudo haber sido o a lo que creés que ella pudo haber sentido, o haber pensado y que no te dijo, ese camino es infinito, y ni siquiera te creo que estás enamorándote ahora de ella, te estás enamorando en el mismo momento en que ella se está muriendo, no te creo.
Mariano: podría ser verdad.
Camilo: podría, pero no creo que lo sea.
Mariano: y vos como sabés, ¿estás adentro mío?
Camilo: te digo lo que veo.
Mariano: y vos ves mas que lo que yo puedo ver. Vos sabés todo, vos sabés que el de la novela actúa una cosa pero siente otra, vos sabes que Sofía se muestra segura pero es la más débil.
Sofía: ¿vos dijiste eso?
Camilo: pero…
Mariano: vos sabés todo de todos, que la profesora hoy está medio triste y trata de disimular, que el otro profesor habla mucho porque siente poco, que tal otro es tenso porque tiene mucho miedo de perderse en las cosas, que tal otro quiere controlar a todos y que quiere imponer respeto porque por dentro se siente un pedacito de nada, que tal es muy canchera y que sospechás que no sabe tener amigas, que tal otra tiene mucho miedo, que ese no se puede entregar a la vida, que ese que hace chistes es porque no se relaja a estar en silencio, que esa quiere caerle bien a todos a cualquier precio, que esa que es  tímida en la intimidad debe ser mandona, que ese que cree luchar por el mundo ni siquiera puede estar bien sola, que estos que están todo el día juntos en verdad es porque…
Camilo: ¡basta!
Mariano: y entonces comprobame cómo sabés que no me estoy enamorado de maría ahora mismo que ella se murió, quién dice que no puede pasarme eso
Camilo: digo que te conozco.
Mariano: y yo digo que no me conoces de esta forma nueva, a partir de hoy a la noche soy alguien nuevo. Me acabo de enamorar
Camilo: está bien.
Mariano: no me crees.
Camilo: te digo que está muy bien, que por un lado me alegra que estés enamorado y que por otro, tengo que decirte que lo siento por su muerte. ¿te parece bien?
Mariano: yo lo que digo es: vos, sobre vos, ¿qué sabés?
Sofía: basta. Ya está. No sabemos nada entonces ni sobre los otros ni sobre nosotros mismos.
Mariano: vos sofía, vos sos la que no sabes nada de vos ni de los otros. Pero nosotros dos  no somos como vos.

Se quedan todos callados

Sofía: acá está el otro tequila.



Agostina Luz López (1987)Es egresada de la carrera de dramaturgia de la EMAD. Se formó entre otros con Nora Moseinco y Lola Arias. En el año 2009 estrenó su primera obra “Mi propia playa” en Elefante club de teatro, reestrenada al siguiente año. En el 2011 fue seleccionada como artista residente en el Zurcher theater spektakel. En el 2012 estrenó su segunda obra “La Laguna” en El Camarín de las Musas por la que recibió el premio "S" a la creación y por la que fueron nominadas a los Premios Florencio Sánchez por escenografía "Mariana Tirantte" y por revelación femenina "Martina Juncadella". Filmó su primer largometraje , “Algunas Chicas” de Santiago Palavecino. Su relato “La oscuridad” fue editado en el libro “Nuevos Narradores” de Libros del Rojas. Trabajó  junto a Laura Kalauz en el proyecto "Punto de fuga" que se realizó en el Monologue festival del THEATERDISCOUNTER, Berlín 2012.  Proyecto que continuará en el 2013 en el ciclo "Mis documentos", curado por Lola Arias. 
En julio de 2013 restreenará  La laguna en El Extranjero Teatro antes de partir a una gira europea en el mes de Agosto en los festivales Zurcher Theater Spektakel (Zurich, Suiza) y el festival de artes performáticas Noorderzon (Groningen, Holanda). Además dicta clases de escritura. 

Contacto: agosluz@hotmail.com

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