lunes, 6 de noviembre de 2017

Todo útero es político. Por Ana Laura López

Espacio único de una fábrica improbable. Al fondo de ve un dispositivo con bebés de cartón articulados y, un poco más adelante y hacia la derecha, una mesa de trabajo, en la que LA MUJER EN FUGA confecciona los bebés y sus ropas.
La escena comienza en oscuridad total.

Preludio.

Una voz 
Nunca usarás la violencia.
Nunca tu no será no.
La teta es del bebé,
Que chupa
Y se nutre.
La teta es del hombre,
Que chupa
Y se reafirma.
El vientre es una patria ajena
Y nosotras somos inmigrantes.

La MUJER EN FUGA enciende la luz de su espacio de trabajo y, poco a poco, otras luces iluminan la escena.

Mujer-varón1 – Al verse deshonrada por la futura unión entre Glauce y su amante Jasón, Medea mata a Glauce y, no contenta con eso, acaba con la vida de los descendientes de Jasón, es decir, con sus propios hijos. Al final de la obra, la filicida escupe…

Mujer en fuga[Recita con la mirada perdida, como si fuera alguien más] “¡Hijos, cómo los perdió la perversión paterna!”

Mujer-varón –Jasón se sorprende, niega ser el autor e los hechos y, ante ello, Medea responde…

Mujer en fuga[ídem] “No, mas sí tu soberbia con las bodas flamantes”.

Mujer-varón - ¿Conoce usted estos textos?

Mujer en fuga – Sí, son un clásico…

Mujer-varón - ¡Culpable!

Mujer en fuga – ¿De qué?

Mujer-varón - En 1826, Henriette Cornier se ofreció para cuidar a la pequeña hija de sus vecinos. Una vez a solas con la bebé, la llevó hasta su cuarto y, con un cuchillo que había preparado, la decapitó y permaneció junto al cuerpo hasta el regreso de la madre. Al ser consultada por la policía acerca de los motivos de su espantoso crimen, Henriette se limitó a contestar

Mujer en fuga[con la mirada perdida, como si fuera Henriette] “Fue una idea”.

Mujer-varón - ¿Admite haber incorporado esa historia en un texto suyo?

Mujer en fuga – Sí, pero, ¿qué tiene de malo?

Mujer-varón - ¡Culpable! En 1879, el noruego Henrik Ibsen publicó y estrenó su obra más famosa: “Casa de muñecas”. Su protagonista, Nora, al verse menospreciada por su marido, hace lo que ninguna mujer tiene permitido en el imaginario occidental y cristiano: abandonar a sus hijos. Poco antes de partir, le dice a su esposo:

Mujer en fuga[simulando ser Nora] Oye, Torvald: cuando una mujer abandona el domicilio conyugal, como yo lo hago hoy, me han dicho que las leyes eximen al marido de toda obligación respecto a ella. En cualquier caso, yo te eximo de obligaciones. No conviene que te sientas encadenado cuando yo no lo estaré. Absoluta libertad para ambas partes. Toma, aquí tienes tu anillo. Devuélveme el mío.

Mujer-varón - Al final, sólo queda el marido y una didascalia que indica que… 

Mujer-varón y Mujer en fuga a coro - “se oye el ruido de la puerta de la casa al cerrarse”.

Mujer-varón - Nada sabemos del después. El después no se narra. ¿Confirma haber leído esa obra?

Mujer en fuga[sin entender] ¡Sí!

Mujer-varón - ¡Culpable! Un 1 de agosto, día de la Pachamama, Romina Tejerina fue violada. Luego de esa noche, su panza fue creciendo. Ella la ocultó. A los siete meses parió, sola, en el baño de la casa de sus hermanas. En medio de una crisis nerviosa atacó a su beba con un cuchillo. La nena vivió durante unas horas bajo el nombre de Milagros Socorro. Luego murió.
Romina fue recluida durante nueve años en el penal de Alto Comedero, donde hoy se encuentra detenida Milagro Sala.

Mujer-varón y Mujer en fuga Milagros Socorro… Milagro Sala... Socorro…

Mujer-varón[volviendo] ¿Conocía usted esta historia?

[Mujer-varón y Mujer en fuga se miran fijamente. Mujer en fuga no responde y no entiende]

Mujer-varón - Culpable una vez más. Toda su vida ha estado vinculada a relatos e historias en las que se desprecia la maternidad. Por eso usted tiene la postura que tiene. ¿Se da cuenta? Ahora, sepa bien que no parir es atentar contra el aparato consumidor, consumido y consumado.
Mujer en fuga - ¿Por eso está usted acá?
Mujer-varón – Exacto.
Mujer en fuga[irónica] No sabía que era un delito elegir no ser madre.

[Mujer-varón la mira fijamente. Pausa. Sigue mientras pasa por detrás del dispositivo de bebés]

Mujer-varón - Somos recipientes, estuches, nidos. Nuestros úteros no nos pertenecen, sino que pertenecen a la sociedad toda. Somos instrumentos para su reproducción y no podemos obviar nuestro rol social [al decir esto, acciona los bebés, que se sacuden con movimientos espasmódicos].

Mujer en fuga - ¿Y qué pasa con la voluntad? ¿Con el deseo?

[Mujer-varón hace una pausa. Luego habla, enfatizando cada parte de cada tríada]

Mujer-varón - Principio, nudo y desenlace (el fin del relato).
Tesis, antítesis, síntesis (el fin de la historia).
Concepción, embarazo, parto (el fin de toda mujer. Su realización).
Usted se niega a ser mujer y los cargos en su contra son muchos.
Mujer en fuga - Y, ¿cuál es el castigo que me espera?
Mujer-varón - Eso lo decidirán los hombres. Yo no me meto.
Mujer en fuga - ¿Siempre es igual?
Mujer-varón - Siempre.
Mujer en fuga - ¿Siempre se trata de mirar para otro lado?
Mujer-varón - Hay asuntos que no me incumben.
Mujer en fuga - Las mujeres que aparecen en bolsas, ¿tienen que ver con esto?
Mujer-varón - Le repito que yo no me meto.
Mujer en fuga - Y en mi caso también va a mirar para otro lado…

[Silencio. Se miran].

Mujer-varón - ¿Usted es hombre?
Mujer en fuga – No.
Mujer-varón – Y, ¿qué es?
Mujer en fuga –¿Y usted?
Mujer-varón – MUJER. Mujer moldeada a imagen y necesidad del hombre, como debe ser, como siempre ha sido y como nos aseguraremos que siga siendo.
Mujer en fuga – Yo también soy mujer. Pero en mis propios términos.
Mujer-varón - ¡Mujer, ja! [Canta] La mujer que al varón no se anuda, no merece llamarse mujer… Los hombres no quieren otra cosa que a otro hombre, pero débil y esclavo. Un hombre sometido: eso es y debe ser una mujer. Un vestido frente a un espejo. ¿Por qué rechaza la maternidad?
Mujer en fuga – Porque no quiero. Porque no puedo.
Mujer-varón - ¿No quiere o no puede?
Mujer en fuga – No quiero y mi cuerpo decidió hacer mi voluntad.

[Silencio]

Mujer-varón – O sea: no puede.
Mujer en fuga – No puedo y NO QUIERO.
Mujer-varón - ¿Usted es un hombre?
Mujer en fuga - ¡No!
Mujer-varón - Y, ¿qué es?
Mujer en fuga – Mujer.
Mujer-varón - ¿Mujer? Si usted no puede parir no puede realizarse como tal. Está desatada de su destino.

Mujer en fuga – Sí… Mi cuerpo está desanudado, libre del yugo maternal que hace de la mujer un territorio a colonizar y a sembrar por el hombre blanco, terrateniente de matrices, gamolán de la patria del vientre, oligarca que tiende alambrados en la llanura uterina. Yerma soy. Libre.
Mujer-varón - Usted es un pedazo de vacío arrojado al mundo. Un cacho de carne sin propósito. Ni mujer, ni hembra, ni macho. Paria. Gaucho renegado, cruzando la frontera hacia lo desconocido.
Mujer en fuga – Puede ser y me alegra. Soy territorio inhóspito, indomable.

[Las dos mujeres se trenzan en una pelea que la mujer-varón corta abruptamente, asustada].

Mujer-varón - ¡Estoy embarazada! [Pausa. Mujer en fuga queda congelada y Mujer-varón rompe la cuarta pared. Cambio de luces] Y ojalá esté preñada de una pija; de una enorme pija macha. Ojalá sea macha. “Machita” dijo la partera. En mis entrañas llevo una pija. Habitada por un hombre soy, ¡aleluya! Estoy preñada de un varón. [A la mujer en fuga] Soy mujer-varón, llena de varón por varón.

[La mujer en fuga le ofrece un asiento a la mujer-varón, que se sienta].

Mujer-varón - Mujer-varón soy. Aquí estoy y aquí me quedo. Esto es lo que puedo. Querer o no querer: esa no es la cuestión.

[La mujer en fuga le ofrece un bebé ]


Mujer en fuga – Y, ¿usted quiere ser madre?... [silencio] Entonces, la mujer-varón, hecha a imagen y necesidad del varón, perdona a la chica-débil-pequeña-indefinida, como el héroe que rescata a la indefensa protagonista. 

Mujer-varón[recomponiéndose y juntando sus papeles] Bueno, vamos a proceder.

Mujer en fuga  ¿Todo es reproducción de lo mismo? ¿No hay salida? ¿No podemos inventar otras imágenes?

Mujer-varón - Supongo que la pérdida de su capacidad reproductiva no fue su culpa. Podría tomarse como un atenuante. En el S. XVIII a los hermafroditas se les daba a elegir qué sexo querían asumir…

Mujer en fuga - ¡Yo no soy hermafrodita!
Mujer-varón - Podría optar por ser varón.
Mujer en fuga - ¿Le parezco un varón?
Mujer-varón - Pero podría serlo.

[La mujer-varón insinúa una salida y le entrega un papel a la mujer en fuga. Un certificado de varón con el que podrá escaparse. La mujer en fuga entiende, pero antes de salir, dice mientras rompe el certificado y lo tira]:

Mujer en fuga – Usted busca que yo sea algo en particular. Y tal vez sólo soy un punto de fuga.

[Sale].

Mujer-varón – “Se oye el ruido de la puerta de la casa al cerrarse”. Nada sabemos del después. El después no se narra.


[Apagón].


Ana Laura López es Licenciada en Ciencias de la Comunicación, actriz, directora teatral y escritora. Desde hace siete años se desempeña como consultora y redactora creativa, desarrollando trabajos de creación verbal para Colombia, Perú, Chile, Venezuela, México, Centroamérica y Argentina. 
Fue galardonada dos años consecutivos en la Universidad de Morón por su producción poética y obtuvo una distinción de Argentores y Metrovías por su monólogo “Las manos de Perón”, publicado por Editorial Cadán; y otra por su novela La manada, otorgada por la Biblioteca Nacional y la Televisión Pública, en el marco del concurso de narrativa Eugenio Cambaceres. Esta obra fue publicada por Editorial Zona Borde en 2015.
Fue docente del Taller de Diseño Gráfico, cátedra Rico, en la Carrera de Diseño Gráfico (UBA) y, actualmente, dicta talleres de escritura.
Su producción escrita incluye cuentos, poesías, teatro, ensayos, guiones y una novela.

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